Llamó “hijo de puta” al agente y luego le arrojó una caja de madera, según sostiene la acusación
La magistrada titular del Juzgado de lo Penal número 2 de Melilla dejó ayer visto para sentencia un caso por un delito de atentado y otro delito leve de amenazas. Según se recoge en el escrito de acusación de la Fiscalía, el encausado llamó “hijo de puta” a un agente de la Policía Nacional que prestaba sus servicios en la frontera de Beni Enzar después de que le impidiera cruzar a Melilla por un paso habilitado para vehículos. El procesado no sólo desobedeció las órdenes del policía, de acuerdo con la acusación, sino que también intentó propinarle un puñetazo y le tiró una caja de madera. Además, la fiscal expone en su escrito que lo amenazó de muerte. “Te tengo que matar, te tengo que rajar”, le dijo supuestamente. Por todo ello, se le reclama una pena de dos años de prisión.
El juicio se celebró ayer en ausencia del encausado, ya que el individuo no acudió a la cita judicial. La víctima relató ante la magistrada lo que recordaba de los hechos, que tuvieron lugar el 1 de junio de 2015, en torno a las 09:00 horas. Según expuso, fue un día de especial “tensión” porque hubo una manifestación de porteadores, por lo que la Policía se desplegó para evitar situaciones de desorden público. Entonces, el agente observó al procesado tratando de cruzar a la ciudad por un paso habilitado para los vehículos. Cuando le impidió que accediera a nuestra ciudad, el acusado reaccionó de forma violenta, según el policía. “Se acordó de mi madre, me llamó hijo de puta”, expuso. “Me dijo que cuando me pillase en Marruecos me iba a rajar o a cortar el cuello”, agregó la víctima.
De acuerdo con la versión del denunciante, el procesado lo insultó y lo amenazó de muerte, pero también trató de agredirlo físicamente. “Intentó darme un bofetón o un puñetazo, pero lo paré”, señaló. Además, aseguró que posteriormente el acusado le lanzó una caja de madera, aunque logró esquivarla.
Intevienen otros compañeros
El policía puso de manifiesto en el juicio que el encausado es conocido por los agentes que trabajan en la frontera por “otros incidentes” anteriores. “Es una persona que está acostumbrada a saltarse las normas y a desobedecer”, sostuvo.
El agente expuso que otros compañeros tuvieron que intervenir al percatarse de la actitud agresiva del procesado. “Supongo que pudieron escuchar las amenazas, porque no hablaba de tú a tú, estaba gritando”, señaló la víctima.
Según declaró por videoconferencia un testigo de la Unidad de Intervención Policial (UIP), vio que su compañero y el procesado estaban “enzarzados”. También señaló que escuchó al encausado insultar y amenazar al agente, además de presenciar un intento de agresión que no llegó a más porque el policía esquivó el golpe.
También se citó a otro agente que estuvo presente el día de los hechos, aunque este ya estaba jubilado. El hombre no compareció, por lo que se acordó la lectura en la sala de su declaración en sede judicial, prestada durante la fase de instrucción.
En aquel entonces, el testigo manifestó que aquel día vio al procesado discutir con su compañero, aunque no escuchó las amenazas ni los insultos. No obstante, apuntaba que probablemente los hechos ocurrieron como denunció el policía, ya que no era la primera vez que esta persona se comportaba de esta manera. Tampoco vio que intentase pegar al agente o que le arrojase ningún objeto, según expuso en su día ante un juez.
Ahora queda que la magistrada dicte una sentencia.